El gobierno nacional sostiene que nuestro país ha ganado la última década y que gracias a su política, disfrutamos de un presente exitoso y marchamos hacia un futuro auspicioso. Para fundamentarlo manipula y violenta datos económicos y sociales y utiliza la información del INDEC -Instituto Nacional de Estadísticas y Censos- de dudosa elaboración que ha provocado el cuestionamiento de los sectores políticos, económicos y sociales de nuestro país, organismos internacionales y los gobiernos serios del mundo.-
Con datos falsos no puede elaborarse diagnósticos, o definir políticas correctas ni relatos que expliquen a ambos, porque fallan por su base.
Tomemos cualquiera de los servicios que son responsabilidad excluyente del Estado y por ende de los gobiernos: ¿Mejoró la seguridad de los ciudadanos y bienes?. ¿Mejoró la educación y en particular la calidad educativa? ¿Mejoró la salud?, ¿Están nuestras fuerzas armadas, mejor preparadas para la defensa? ¿Nuestro país está mejor considerado en el contexto internacional?.-
El gobierno Kirchnerista no ha resuelto ninguno de los problemas estructurales que Argentina tiene. La pobreza está en los niveles de hace 30 años. La mala distribución de la población se acentúa. La definición de un modelo económico productivo-industrial brilla por su ausencia. La inflación genera inestabilidad, desinversión, pérdidas de puestos de trabajo y fundamentalmente, DESÁNIMO.-
Pero vayamos al tema que nos ocupa en esta y futuras notas, la infraestructura del país.- Hoy nos ocuparemos de ENERGÍA.-
Hasta el año 2010, nuestro país se autoabastecía de energía y exportaba, generando una balanza energética con superavit de u$s1.000 millones de dólares.- Se estima que durante el 2014 importaremos energía por valor de u$s14.000 a u$s19.000 millones.
¿Qué nos pasó? El relato oficial lo adjudica al crecimiento del consumo por la expansión económica y el incremento industrial y en particular de la flota automotriz. Es una parte de la verdad. Para otros, entre los que me incluyo, la incorrecta política energética es la responsable primaria de la pérdida del autoabastecimiento.
Nuestra matriz energética está asentada en un 93% de energía térmica y 4% de energía nuclear. La producción petrolera argentina cayó un 40% desde 1998 hasta hoy y la de gas, alrededor de un 15% desde el 2004.Las reservas comprobadas de petróleo se redujeron a un 20% respecto a las de principios de la década pasada; las de gas natural, un 50%. Con demanda creciente y producción declinante, la Argentina consumió el stock subterráneo de barriles, cortando compromisos de exportación con países vecinos e importando cada vez más (gas natural, derivados electricidad).
LA RENTA PETROLERA
La renta surge como diferencia entre precios y costos, y su valor es muy variable en el tiempo. Por ejemplo, la renta total estimada del petróleo y el gas (renta del up-stream ) en la Argentina fue de 27.024 millones de dólares en 2008. Este año, se estima una renta total significativamente inferior. En 1999, cuando los precios del crudo promediaron los 19 dólares, la renta argentina fue sólo de 1969 millones.
El barril promedio de petróleo en el trienio 2002-2004 fue de 32,9 dólares; en el trienio 2005-2007 subió a 64,8 dólares; entre 2008 y 2010 promedió los 80,4 dólares. Pero la Argentina está divorciada de esas referencias internacionales de precios por retenciones, congelamientos y controles.
El sector petrolero en estos años estuvo sobreexplotando lo que estaba en producción y haciendo mínima o nula inversión para reponer reservas o descubrir nuevos yacimientos. A su vez, como otros países ofrecen condiciones más atractivas y apropiadas de reparto de la renta que en la Argentina, las inversiones van a esos países.
En el trienio 2002-2004, el 30% de la renta que fue a las empresas. En el trienio 2005-2008, cayó al 19% la renta que fue a las empresas.- En el período 2008-20010; el 8% de la renta fue a las empresas. En el actual trienio, se mantiene en estos niveles.-Esta es una de las principales causas por la falta de inversiones en exploración y explotación de pozos de petróleo y gas.-
Durante el gobierno de Menem, la Argentina se deshizo de la YPF estatal, que producía el 70% petróleo y gas, con la asistencia de contratistas privados (30%). La YPF del Estado era criticada por perder plata, y las empresas privadas hoy son criticadas por explorar poco y sobreexplotar las reservas probadas.
El desafío es CAMBIAR LA MATRIZ ENERGETICA.
Otra falla de la política en general y la energética en particular del gobierno Kirchnerista, es que sus decisiones ponen el acento en la demanda y descuidaron la oferta. Muchas fueron las advertencias sobre la crisis energética que se avecinaba y que el gobierno desatendió.
Ahora, Argentina pretende marchar hacia el cambio de matriz energética, se piensa en una cuarta central nuclear; nuevos proyectos hidroeléctricos, se busca explotar Vaca Muerta en la provincia de Neuquén pero todos estos proyectos, requieren de 8 a 10 años mínimo y además necesitan inversiones que exceden nuestra capacidad de ahorro y posibilidades y buscarlas en el exterior, nos está dando mucho trabajo por la baja credibilidad internacional que nuestro gobierno tiene, por la inseguridad jurídica de nuestro país; por no haber resuelto aún la deuda con la empresa española Repsol y como ningún inversor quiere comprar un juicio, se retraen.
Tampoco se resuelve la deuda que mantenemos con el Club de Paris y entre otras, estas razones hacen de nuestro país de alto riesgo. Mientras tanto, la demanda crece al 4% de promedio anual.
LAS ENERGIAS RENOVABLES NOS OFRECEN PERSPECTIVAS Y RAPIDEZ, QUE SIN DESCUIDAR OTRAS FUENTES DE ENERGIA Y PROYECTOS, NOS PERMITIRIAN PALIAR MAS ACELERADAMENTE NUESTRAS NECESIDADES.-
Aún dentro de las dificultades descriptas, existen posibilidades en un futuro próximo. Hay que mirar a Argentina, más allá de un gobierno circunstancial.
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