30 de marzo de 2010

A UN AÑO DE LA MUERTE DE RAÚL ALFONSIN

A UN AÑO DE LA MUERTE DE RAÚL ALFONSIN

En estos días es frecuente observar los innumerables homenajes programados para recordar el primer aniversario de la muerte del ex presidente de la Nación y líder político de muchos de nosotros. Pertenezco a una generación de jóvenes militantes radicales que nos comprometimos con nuestro pueblo y la U.C.R., cuando la dictadura militar derrocaba al gobierno constitucional del doctor Arturo U. Illia en 1966. En aquel tiempo las ofertas políticas atractivas para muchos jóvenes militantes de entonces era la lucha armada. Nosotros debatimos esta posibilidad y racionalmente decidimos luchar por la recuperación del sistema democrático y la república. Seríamos injustos si nos arrogáramos el acierto exclusivamente a nuestras inteligencias. En realidad tuvimos la fortuna de militar en la Unión Cívica Radical que nos contuvo y nos ayudó a tomar la mejor decisión, pero también debemos reconocer que nuestros mayores de entonces, Sergio Karakachoff, Conrado Storani; Arturo Illia; Ricardo Balbín entre otros nos ayudaron a reflexionar correctamente, un párrafo aparte y todo nuestro agradecimiento a nuestro lider, Raúl Ricardo Alfonsín que fue capaz de realizar innumerables viajes a La Plata para conversar horas con nosotros sobre el tiempo que nos tocaba vivir y el mejor camino a recorrer. Gracias Dr. Alfonsín.

Recuerdo algunos de los ejemplos que nos dio, entre otros el de la militancia. Eran tiempos donde teníamos mucho para perder y poco para ganar. Gobiernos autoritarios, no sabíamos el tiempo de la lucha ni cuando se recuperaría la democracia, sin embargo ello no era obstáculo para que recorriéramos kilómetros y kilómetros acompañándolo para realizar una reunión partidaria con un puñado de radicales o un acto político relámpago en alguna esquina de alguna ciudad de nuestra provincia o del país, tratando de evitar, no siempre con éxito, la represión policial. El Dr. Alfonsín iba al frente, siempre al frente y cuidándonos, dentro de lo posible. Un ejemplo de valentía y militancia. Gracias Presidente Alfonsín.

Su honestidad intelectual y moral sumado a la historia partidaria, nos comprometía. Era capaz de discutir con nosotros, jóvenes bastantes arrogantes, durante horas, recordándonos siempre los valores éticos de nuestro partido más allá de algunos comportamientos dudosos de “radicales pícaros” como llamaba a los correligionarios de inestable moral. Gracias Dr. Alfonsín.

Su obsesiva búsqueda de la verdad en el estudio y la lectura, en la observancia de los acontecimientos de la vida, en los ejemplos de sus mayores, en la historia del radicalismo y sus próceres, en los acontecimientos históricos de otras sociedades, en la política internacional, en el desarrollo espiritual, fue otro ejemplo. Gracias Dr. Raúl.

Su compromiso con el pueblo argentino y su vocación de servicio, más allá de aciertos y errores de un hombre que apenas era eso, un ser humano. Gracias Dr. Alfonsin.

Volviendo al principio de esta nota, es que espero que todos los homenajes que se hallan realizado o se lleven a cabo en los próximos días, vayan más allá de una exteriorización y nos convoque a ser mejores militantes políticos, más comprometidos con la sociedad, menos especuladores, que utilicemos nuestras capacidades como la mejor arma para dirimir nuestras diferencias; que busquemos concretar el fin último de la política, la felicidad del pueblo; que nuestras luchas no se agoten en nuestras ambiciones personales y honremos las enseñanzas y el ejemplo de Raúl Ricardo Alfonsín, porque si así no fuere seríamos indignos de recordar a uno de los hombres ejemplares que dio esta patria.


Dr. Juan José Cavallari

Diputado Provincial UCR

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