A UN AÑO DE
En estos días es frecuente observar los innumerables homenajes programados para recordar el primer aniversario de la muerte del ex presidente de
Recuerdo algunos de los ejemplos que nos dio, entre otros el de la militancia. Eran tiempos donde teníamos mucho para perder y poco para ganar. Gobiernos autoritarios, no sabíamos el tiempo de la lucha ni cuando se recuperaría la democracia, sin embargo ello no era obstáculo para que recorriéramos kilómetros y kilómetros acompañándolo para realizar una reunión partidaria con un puñado de radicales o un acto político relámpago en alguna esquina de alguna ciudad de nuestra provincia o del país, tratando de evitar, no siempre con éxito, la represión policial. El Dr. Alfonsín iba al frente, siempre al frente y cuidándonos, dentro de lo posible. Un ejemplo de valentía y militancia. Gracias Presidente Alfonsín.
Su honestidad intelectual y moral sumado a la historia partidaria, nos comprometía. Era capaz de discutir con nosotros, jóvenes bastantes arrogantes, durante horas, recordándonos siempre los valores éticos de nuestro partido más allá de algunos comportamientos dudosos de “radicales pícaros” como llamaba a los correligionarios de inestable moral. Gracias Dr. Alfonsín.
Su obsesiva búsqueda de la verdad en el estudio y la lectura, en la observancia de los acontecimientos de la vida, en los ejemplos de sus mayores, en la historia del radicalismo y sus próceres, en los acontecimientos históricos de otras sociedades, en la política internacional, en el desarrollo espiritual, fue otro ejemplo. Gracias Dr. Raúl.
Su compromiso con el pueblo argentino y su vocación de servicio, más allá de aciertos y errores de un hombre que apenas era eso, un ser humano. Gracias Dr. Alfonsin.
Volviendo al principio de esta nota, es que espero que todos los homenajes que se hallan realizado o se lleven a cabo en los próximos días, vayan más allá de una exteriorización y nos convoque a ser mejores militantes políticos, más comprometidos con la sociedad, menos especuladores, que utilicemos nuestras capacidades como la mejor arma para dirimir nuestras diferencias; que busquemos concretar el fin último de la política, la felicidad del pueblo; que nuestras luchas no se agoten en nuestras ambiciones personales y honremos las enseñanzas y el ejemplo de Raúl Ricardo Alfonsín, porque si así no fuere seríamos indignos de recordar a uno de los hombres ejemplares que dio esta patria.
Dr. Juan José Cavallari
Diputado Provincial UCR
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