17 de abril de 2008

Intervención en el debate Agropecuario

Sr. PRESIDENTE (González).- Tiene la palabra el señor diputado Cavallari.

Sr. CAVALLARI.- Señor Presidente: no quisiera entrar en una discusión o intercambio de opiniones de hechos históricos más o menos recientes, por un lado, porque no me gustaría perder de vista el problema que hoy nos trae a esta sesión que es, precisamente, una decisión de gobierno nacional sobre el campo, sus consecuencias y los aportes que todos podemos hacer para ver cómo se reencauza.

Por otro lado, porque, en política, todos sabemos que los aciertos pasados no nos aseguran los aciertos presentes ni futuros.

Por lo tanto, si reconociéramos que todas las decisiones tomadas por el gobierno fueron correctas, un solo error puede destruir todo el esfuerzo acumulado de intentar cambiar la realidad. Por lo tanto, los aciertos pasados no me sirven para evaluar las decisiones presentes o los anuncios para el futuro.

Voy a iniciar mi intervención, señor Presidente, dando algunos datos; la Provincia de Buenos Aires es la primera provincia productora de trigo, maíz, girasol, sorgo, avena, cebada. Es la número uno en la producción de ganadería bovina y tercera productora de soja.(Córdoba 30%; Santa Fé el 30% y Buenos Aires el 21%)

Me costaba entender con la importancia de la producción agrícola, ganadera -industrial, alimentaria; columna-vertebral de la economía de la Provincia, que esta Legislatura no se abocara a la discusión de este tema, no solo para que nuestras argumentaciones y discursos trasciendan más o menos, sino para ver si lo que cada uno tiene que decir sirve para buscar algún camino que nos lleve a la solución de los problemas.

En este sentido, señor Presidente, debo decir que coincido con el diputado propinante, el señor Martello, en el sentido que no he visto al Gobernador Scioli tomar una iniciativa para resolver el conflicto, y creo que nosotros, como Legislatura, venimos demorados en el debate de este tema. Pero nunca es tarde. Hoy estamos, y saludo que así sea.

Señor Presidente al bloque de la Unión Cívica Radical, también le preocupa el aumento de la presión fiscal. Este año, si no se modificaran las decisiones del gobierno, las retenciones van a aportar a la Caja Única Nacional 11 mil millones de dólares y el 92 por ciento de ese monto, señor Presidente, lo van a aportar seis provincias, y la nuestra es la número uno. Por lo tanto, debemos contemplar, inclusive, que tomando el año anterior –y aquí ya fue mencionado por el diputado propinante- nuestra Provincia ha aportado algo más de 10.000 mil millones , Córdoba 8.000 millones Santa Fe casi 7 mil millones, Entre Ríos 2 mil 500 millones, Santiago del Estero mil doscientos millones, Chaco mil cien millones, Salta casi 800 millones y La Pampa algo más de 700 millones. Todos estos recursos, son no-coparticipables y debemos agregar que cada cinco puntos de retenciones, nuestras provincias pierden un punto de impuestos a las ganancias, que sí son coparticipables. Es decir que las pérdidas son mucho mayores que las provocadas directamente por las retenciones. Los recursos van a una caja única de arbitraria y dudosa distribución y compadezco a los gobernadores y a los intendentes que tienen que justificar esta decisión política. Como hacen para explicar que ese dinero NO vuelve. Porque, sinceramente, y con una mano en el corazón, todos sabemos que no vuelve, salvo algunas provincias muy privilegiadas, como es la de Santa Cruz que, seguramente, va mucho más que alguna retención que esté pagando y no en este tema, específicamente.

Creo, señor Presidente, que este dato es incontrastable y real en perjuicio de las provincias. Podemos discutir –más adelante vamos a plantearlo- si esto es necesario para resolver algunas cuestiones.

Pero como un hecho objetivo de la realidad, debemos reconocer que la caja única atenta contra la autonomía de decisión y hasta debería decir, al calor de lo que hemos visto en los últimos días, contra el derecho de opinión de los señores gobernadores e intendentes.

El diputado Duretti se refería a los reembolsos del ONCCA, es cierto, pero, como aquí también fuera dicho y para no ocupar más tiempo que requiere este bloque para desarrollar su exposición, sus argumentos también los voy hacer míos. El 50 por ciento de los reembolsos no va a los productores, solo el 27 por ciento va directamente a los mismos. Lo demás, va a las grandes empresas que aquí han sido mencionadas, como la Aceitera General Dehesa, la Serenísima, Molinos Río de la Plata Domenech, etcétera. Fíjense que, inclusive, no es casual que funcionarios de máxima responsabilidad del Gobierno Nacional sean a su vez parte de la mencionada en primer término.La industria láctea recibe 344 millones y los tamberos, como ya fue dicho, reciben 81 millones; los molinos trigueros 366 millones y los agricultores, 95 millones; La industria aceitera 282 millones. Reitero que solo el 27 por ciento de las compensaciones van a los productores.

Respecto a los subsidios fiscales, señor Presidente, debo decir que en 2007 se han entregado 14.626 millones, 125 por ciento más que los subsidios que se entregaron en el año anterior: al sector energético 9.293 millones; al sector del transporte de pasajeros y carga, 4.219 millones y al sector de la agroindustria, 1.100 millones.

Este también es un tema sobre el que deberemos ocuparnos y no en esta oportunidad.

Nos preocupa que las provincias de Córdoba y de Santa Fe van a aportar en concepto de retenciones más de lo que van a recibir en concepto de coparticipación federal. Esto sí es grave, porque nosotros le pegamos en el palo y estamos en el 0,9 por ciento. Le va a costar mucho al gobernador Scioli explicar en qué obras concretas van a ser utilizados los aportes que va a recibir la provincia de Buenos Aires del Gobierno Nacional.

Nos preocupa, señor Presidente, la tendencia, como aquí también fue dicho, a la concentración del poder político y económico en detrimento de las autonomías provinciales y municipales; nos preocupa también, señor Presidente, el aislamiento de nuestro Gobierno Nacional para tomar una decisión de esta envergadura.

Pregunto: ¿cómo se puede tomar una decisión tan importante sin consultar a los actores? Es responsabilidad de mi gobierno y tengo derecho a hacer la observación.

Les pregunto, señor Presidente, a los señores diputados, después de escuchar atentamente al diputado Duretti que explicaba el tema de las retenciones, que tienen dos objetivos: objetivo uno, controlar la exagerada siembra de soja con riesgo de monocultivo y, segundo, un objetivo fiscalista.

Creo, señor Presidente, señores diputados, que si efectivamente se pretende tomar una decisión para desarrollar una herramienta que desaliente determinada inversión, como puede ser la siembra de la soja, no se debe tomar veinte días antes de que la soja se coseche. Tendría que decirle a los actores, a los productores: “señores, tengan cuidado porque para la próxima campaña vamos a poner en vigencia –suponiendo que estemos de acuerdo, aunque no lo estamos-, tal herramienta para desalentar tal producción. Y debo decir que hasta me sorprendió ver al Ministro de Economía hacer grandes esfuerzos en un power point para explicar sus argumentos.

A pesar de los esfuerzos, nuestro bloque está absolutamente convencido que la única razón es fiscalista. No hay otra, por más que nos las quieran explicar.

Inclusive también nos sorprende que en esta decisión no se haya diferenciado al pequeño productor de uno mediano o de uno grande; que ni siquiera se haya diferenciado a las economías regionales, o tipo de producciones. Para todos fue lo mismo, y resulta que luego empezamos a buscar argumentos para explicar lo que no explicaron en su momento.

Debería asumirse –por lo menos desde nuestra perspectiva- que se trató de una decisión apresurada que trajo lamentables consecuencias y que no se hicieron rápido las rectificaciones que correspondían. Porque en última instancia, no se tuvo en cuenta el sentido común con el que fueron las entidades a plantear al Gobierno que “suspendan las medidas por 90 días, mientras se discuten las consecuencias de esta decisión”.

He escuchado decir al señor diputado Duretti, que se realizaron contratos en Expochacra por 170 millones de dólares. En la década del ´90 me tocó presidir la Comisión de Economía y Desarrollo Regional de la Cámara de Diputados de la Nación, y tengo muy presente cuando íbamos a golpear las puertas para solicitar políticas activas para el sector productivo y para la industria. Y en aquel entonces nos decían: “el modelo para la Argentina es un modelo exclusivamente de servicios; la producción de bienes no nos interesa en este momento. Debemos desarrollar los servicios porque la Argentina va a entrar al primer mundo con los servicios”.

Mientras eso ocurría, los productores seguían sembrando. Era mucho más ventajoso poner el dinero en la timba financiera que hacerlo producir. Y producían. Y después esta Legislatura como otros órganos legislativos salieron a resolver las consecuencias, como son las quiebras, las hipotecas y los remates. Pero salimos a resolver las consecuencias, en vez de atacar las causas que las originaron. Y lo que en ese momento debíamos analizar y tratar de resolver, eran las causas del problema, porque ya era muy dificil resolver los efectos.

Tratamos de aportar a este debate porque nosotros no nos regocijamos con esta situación. Tampoco vamos a utilizar la descalificación de nadie para eso, pero queremos analizar lo hechos desde nuestra perspectiva, no para que hagan lo que diga nuestro bloque, pero sí para que por lo menos lo consideren.

No creo, como hoy escuché a un periodista, que todo esto es una suerte de juego de esgrima discursiva.

Creo que todo esto sirve, debe servir y debemos hacer esfuerzos para que sirva, para que podamos trasmitir cada uno de nosotros, a los ámbitos que sea, lo que opinan los que no fueron consultados en el momento en que se iba a tomar esta decisión, el Congreso y las legislaturas, entre otros.

Quiero decirles también, con todo respeto, que nuestro país figura entre los países de mayor presión fiscal. En un estudio hecho entre cincuenta y seis países, nosotros estamos novenos; y también somos los de mayor presión fiscal de la región.

Podemos intentar explicarlo por la situación social y vamos a coincidir parcialmente, pero hoy el mundo desarrollado y en desarrollo busca modificar sus políticas fiscales, que los impuestos sean cada vez menos regresivos, más progresivos y reducidos. Cada una de nuestras fuerzas políticas, en todos los discursos, desde un montón de años hasta esta parte, todos repetimos el mismo discurso: queremos mayor equidad fiscal, menos impuestos menos regresivos y más progresivos, pero no hacemos mucho para avanzar en esa dirección.

Quiero señalarle también, con mucho respeto, que escuché muy atentamente a la Presidenta, con todas las esperanzas de que este conflicto se encauzara. Yo creí que suspender las retenciones por un plazo y dialogar era sensato, nunca creímos ni creemos que rectificar una política sea un acto de debilidad. No creo que un gobierno nacional tenga que elegir la confrontación sistemática para imponer sus concepciones. Yo no creo que todo sea “a matar o morir-“, “te sometes o te mato”. Me parece que esa no es alternativa y menos en un gobierno democrático, legitimo, con instituciones que seguramente habrá mucho que mejorar, pero que funcionan.

Entonces, yo le pregunto cuánto tiempo perdimos en esta confrontación y cuantos dolores de cabeza nos ahorramos. Porque cuando hablaba el diputado Duretti de los 170 millones de dólares de los contratos que se celebraron de la Expo-chacra, yo no voy a repetir los porcentajes de los que hablan porque no estoy seguro, pero algunos hablan de que el 50 por ciento de esos contratos cayeron y otros dicen que cayó el 70 por ciento. De cualquier manera, debemos computarlo como perjuicio.-

Y cuando nosotros visualizábamos en el interior de la Provincia, donde más caminamos, las perspectivas que se abrían ante una buena cosecha, los productores nos hablaban de hacer inversiones en aceiteras o en frigoríficos y que los ayudaramos porque iban a invertir en el campo y en la integración vertical, generando trabajo genuino; esto no es cuento. Habíamos empezado a buscar contactos con el Banco Mundial, con el Banco Interamericano de Desarrollo, con el Gobierno y con órganos de los gobiernos nacional y provincial, pensando en cómo podríamos ayudar.

Nos encontramos con que esta equivocada decisión, que no se quiere asumir como un error, paralizó absolutamente todas las expectativas; ha planchado y afectado seriamente las posibilidades de crecimiento del interior de la Provincia porque, básicamente, nuestras comunidades crecen al calor del desarrollo de la agro-industria alimentaria exportadora.

Creo, señor Presidente, que la prolongación de este conflicto nos está afectando enormemente. Estoy seguro de que está cayendo la recaudación. También estoy seguro, señor Presidente, que está subiendo la inflación, aunque el INDEC siga manejando sus datos y la información.

¿Dónde están los aspectos positivos de esta confrontación? No veo ninguno.

Un sector que tiene, que está produciendo, está peleando, discutiendo y tratando de defender lo que le queda.

-Asume la Presidencia el diputado Julián Domínguez.

Sr. CAVALLARI.- Nos está planteando el gobierno nacional que estas decisiones son en defensa del pequeño y del mediano productor, pequeño y mediano productor al que le cuesta mucho competir con los grandes grupos, no le llegan los reembolsos, puesto que están atrasados todos los reembolsos para los distintos sectores y esto ha generado un clima de incredulidad y desconfianza que no nos tiene que ofender, que es un dato objetivo de la realidad.

Señor Presidente: lo que más me afecto de ese discurso, con esa carga de agresividad, es que además, modestamente, creemos que ha faltado a los cuatro valores que preceden las decisiones personales y de gobierno de la señora Presidenta.

No fue racional, a nuestro criterio, no fue responsable, no fue sensible y no fue sincera.

Sr. PRESIDENTE (Domínguez).- Señor Diputado: le recuerdo que dispone de 3 de los 30 minutos según reglamento.

Sr. CAVALLARI.- Sí, señor Presidente.

No fue racional, porque optó por la confrontación y dejó avanzar el conflicto, y los gobiernos están para solucionar problemas, no para vencer; están para convencer, no para vencer. No fue responsable, porque marginó al Congreso de la decisión y cree que en la oficina o en el despacho de un ministerio se puede decidir cualquier cosa, y no fue responsable, porque podría haber evitado y señalado, en todo caso, si estamos equivocados en nuestro juicio, para qué se requería esa decisión, y pregunto a la Presidencia y a los diputados: ¿para que se necesita¿ Salvo que el diputado Martello esté en lo cierto y que esto en definitiva, sea para consolidar un modelo centralista; todo indicaría que vamos en camino de eso. No fue sensible cuando omitió valorar las consecuencias negativas de la decisión a) desaliento para la próxima campaña; b) suspensión de operaciones con la agroindustria, afectando otro sector con inversiones realizadas para dar respuestas a las demandas de los agropecuarios. c) parálisis del desarrollo local.- No fue sincera cuando trató de explicar el aumento de las retenciones como un instrumento para desalentar el monocultivo.

Quiero decir, señor Presidente –y no abusaré más del tiempo-, que creo que nosotros tenemos que reclamarle a nuestro Gobierno Provincial un rol más activo, tenemos que repasar en la Legislatura qué destino queremos para los recursos que se generan en la Provincia, defender los interese de la Provincia y cumplir un rol mucho más activo que el que hemos estado cumpliendo en lo que va de este proceso.

Gracias, señor Presidente. (APLAUSOS EN LA BANCADA DE LA UNIÓN CÍVICA RADICAL Y EN LA COALICIÓN CÍVICA)

No hay comentarios: